El Stonehenge ruso es como se le ha dado a conocer a una estructura de piedra en forma de muro descubierta en la remota región de Kemerovo en Rusia.
Es un hallazgo increíble pues la primera datación que se le dado a la construcción es de una antigüedad de cien mil años. De tratarse de una construcción prehistórica como en un principio se esta planteando, serían un descubrimiento comparable y que competiría con las pirámides egipcias, Stonehenge o las pirámides en Bosnia.
El colosal muro esta compuesto de bloques de piedra como si de ladrillos se tratara que van desde los 5 a los 7 metros de altura por 20 metros de largo. Cada uno de los bloques puede pesar más de mil toneladas.
Toda la estructura tiene unos 40 metros de alto y se extiende por unos 200 metros en una parte de la montaña de Shoria en la región rusa de Kemerovo. En las laderas circundantes se han encontrado piedras de las mismas dimensiones totalmente dispersas y que no parecen pertenecer a la construcción principal.
La formación natural no fue descartada por completo, como suele ocurrir en este tipo de hallazgos, ya que los científicos no logran entender como fue posible llevar las piedras hasta arriba de una colina de unos 1200 metros sobre el nivel del mar sin una tecnología más avanzada que la que actualmente posee el ser humano.
Según uno de los jefes de la expedición la construcción que alterna mampostería megalítica con mampostería poligonal, presenta en la parte superior como una pétrea fusión que no puede haber sido realizada nada más que con algún tipo de explosión termonuclear o cualquier otro tipo de potentes explosiones.
Durante la expedición estuvieron fascinados por lo que estaban visitando, pues era algo muy misterioso y sobretodo muy antiguo que nadie había descubierto hasta la fecha.
Se espera una próxima expedición a la zona del hallazgo del categorizado como "el Stonehenge ruso" para el verano, los investigadores pretenden llevar aparatos sofisticados para evaluar el descubrimiento con mayor precisión.
Se sabe que la montaña Shoria recibió sus primeras expediciones geológicas catalogadas en 1991, en las cuales las formaciones de las rocas fueron atribuidas a procesos geológicos, de erosión y una posible caída de algún meteorito justo en la la cima del muro.
Aunque estas primeras expediciones geológicas de 1991, tal vez no fueron más allá de las posibles causas geológicas y no investigaron la posible mano del hombre o algún tipo de maquinaria conocida o desconocida como se suele plantear en la actualidad cuando se estudian formaciones rocosas.
No sería la primera vez que en un estudio geológico de rocas de la montaña se descubre una construcción o un conjunto de construcciones, pero en 1991 no se solía ir más allá de lo explicable, en la actualidad se abren algunas nuevas posibilidades después que otros descubrimientos hayan hecho tambalear toda la historia de la humanidad que nos habían contado y que es muy probable se tenga que reescribir...
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