Si bien la llegada del hombre a la Luna ha sido puesta en duda por los adherentes a las teorías conspirativas, debes saber que seis misiones llegaron con éxito a su superficie y un total de 12 astronautas caminaron sobre ella.


Estas fueron las misiones Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17 (entre los años 1969 y 1972). Ellas trajeron a la Tierra más de 380 kilogramos de rocas lunares, las que fueron analizadas por decenas de laboratorios independientes en diversos países, Chile posee dos muestras, una perteneciente al Museo Eduardo Frei Montalva y otra al Museo Nacional de Historia Natural, donadas en 1970 y 1975.

Apolo generó más de 20.000 imágenes y ellas están disponibles vía Internet. Muchas tecnologías que hoy utilizamos, se gestaron como resultado de estas misiones, cuyo costo superó los 20.000 millones de dólares de la época. Sobre la superficie lunar, fueron depositados dispositivos retro reflectores láser, junto a estaciones científicas denominadas ALSEP, que aun hoy son utilizados para hacer mediciones. La Unión Soviética,  digno oponente de los Estados Unidos durante la Carrera Espacial, nunca  manifestó duda alguna sobre esta hazaña.

Y si llegamos a la Luna ¿por qué no fuimos nuevamente?

Las misiones Apolo se desarrollaron en el marco de una competencia entre dos superpotencias. Tras la puesta en órbita del Sputnik 1, primer satélite artificial, lanzado el 4 de octubre de 1957 y el  lanzamiento del primer ser humano al espacio Yury Gagarín, el 12 de abril de 1961, Estados Unidos se mostró superado por la capacidad espacial soviética, este hecho, llevo a que el emblemático presidente John F. Kennedy el 25 de mayo de 1961, en un acto de gran audacia, hiciera un público desafío “esta nación debe comprometerse a alcanzar la meta, antes de que termine la década, de aterrizar un hombre en la Luna y traerle con seguridad de vuelta a la Tierra”.

El desafío ganó un tiempo valioso para los estadounidenses, inmediatamente importantes recursos de la defensa pasaron a la incipiente industria espacial norteamericana, permitiendo empatar y luego superar a los soviéticos. Jamás el cohete lunar soviético (N-1) estuvo en situación de emprender un vuelo exitoso, su ingeniero en jefe Serguéi Koroliov, falleció y cuando los norteamericanos orbitaban la Luna en agosto de 1968 (misión Apollo 8), los soviéticos ya no podían alcanzarlos. El 20 de julio 1969 la misión Apolo 11 dejo en la superficie lunar 2 astronautas (Neil Armstrong y Edwin Aldrin) coronando el triunfo norteamericano.

Posteriormente vendrían otras misiones, sin embargo, Apolo 13 puso en problemas a la agencia espacial estadounidense NASA y al gobierno norteamericano cuando sus astronautas sin lograr alcanzar la superficie lunar, tuvieron que ser traídos de vuelta a la Tierra y estuvieron a punto de morir en la inmensidad espacial.  Apolo 13 activó las alarmas y la administración republicana comprendió el gigantesco riesgo que se corría en cada misión, lo cual facilitó las cosas para los políticos que presentaron la Guerra de Vietnam como la nueva área de competencia con los soviéticos.

En 1970 el presupuesto de NASA fue recortado, limitando la continuidad de las misiones tripuladas lunares, se reorientaron los recursos, y Apolo 18, 19 y 20 fueron canceladas.

Otras razones a considerar, son el malestar republicano al continuar con misiones cuyo génesis estaba en la administración demócrata de Kennedy. La escasa experiencia de los efectos de pasar tiempo prolongado en el hostil espacio exterior y las serias complicaciones generadas en equipos y astronautas por el polvo lunar 

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