Al comienzo ningún arqueólogo pudo explicar la razón de su existencia, lo que dio pie a diferentes teorías: una de estas es la teoría extraterrestre sugerida por un arqueólogo aficionado de origen suizo llamado Erich von Däniken,
según la cual el dibujo trapezoidal era una pista de aterrizaje para naves construida por extraterrestres que visitaron la Tierra hace mucho tiempo y el gigante retratado en la ladera de la colina (“El Astronauta”) es la figura del extraterrestre testimoniada por los nazcas.

Lejos de ser fantástica, aunque quizás las líneas no eran pistas de aterrizaje exactamente, como sugiere Däniken, esta teoría coincide en cierta forma con otras huellas similares de los “dioses de antaño” dejadas como testimonio de ese contacto. Después de todo… las líneas sólo se pueden apreciar desde el aire.

Es evidente que pocos de los científicos e investigadores que se aventuraron a dar teorías sobre el origen y el porqué de las Líneas de Nazca nunca jamás se interesaron por la opinión de los indígenas. Vayamos entonces a la fuente ignorada por la ciencia y una de las más confiables de todas, la tradición peruana dice:

“Hace mucho tiempo, sobre esta pampa, descendieron unos seres que podían volar…
”Eran los Viracochas, los dioses llegados del Este, unos hombres buenos que trajeron la paz, la concordia y el progreso. Fueron esos dioses quienes dibujaron las primeras líneas y figuras.

”Después, nosotros, los hijos de los Viracochas, seguimos su ejemplo y aprendimos a dibujar en la arena.
”Ellos lo veran algun día y regresarán…”

A continuación ampliamos estas leyendas e intentamos decodificar las verdades que se esconden en ellas:

No se sabe a ciencia cierta cuando surgió exactamente la cultura Nazca, la mayoría de los historiadores coinciden en ubicarla temporalmente hacia el año 100 de nuestra Era. Pero según las leyendas, esta cultura desciende de otra mucho más antigua y milenaria: los tiahuanacos, la cual se remontaría a tiempos inmemoriales, hacia el 11.000 a.C. -sino es que más- aproximadamente. Un pueblo que recibe en determinado momento la visita de un “dios” que emerge del Lago Titicaca* (Bolivia). Sumergidos en la ignorancia, ellos reciben las enseñanzas del “dios”, al cual llaman: Viracocha (Señor en quechua).

Hacemos un paréntesis aquí para hacer notar el increíble paralelismo con otros mitos, como son el Oannes de los sumerios, o el Quetzalcoatl de los aztecas. Todos “dioses instructores”.
Prosigamos con la leyenda: Viracocha no aparece solo, sino que trae consigo a su hermana, Mamacocha. Instruye a los tiahuanacos en agricultura, astronomía, y otras ciencias. Les inculca un ritual que tenía que ver con el Sol, algo fundamental para iniciarlos en la agricultura. Una vez que enseña al pueblo tiahuanaco muchos de sus conocimientos, Viracocha regresa al lugar de donde salió. Y se despide de ellos prometiendo volver.

Las características con que se describen a este “dios” son: blanco, alto, barbado, brillante, etc…

Luego de un tiempo, los tiahuanacos reciben una inmigración desde el Océano Pacífico de unos seres que venían en unas naves con las que podían surcar la tierra y volar. Cuando estos seres arriban, se dan cuenta de que eran gigantes (¡¿Atlantes?!). Seres de gran estatura de cerca de los 4 metros, salvajes y despiadados. Éstos se alimentaban de monstruos marinos.

En determinado momento, los gigantes comienzan a acechar y comerse al pueblo de tiahuanaco. Los indígenas, perseguidos y asustados, hacen una invocación a su “dios” Viracocha. La respuesta que obtienen de él es escapar hacia el Norte. Después de constantes súplicas de los tiahuanacos a su “dios”, ante ellos aparece un ser que viene en una nave gigante, un ser con similares características que Viracocha. Éste hace caer una lluvia de fuego sobre los gigantes y los derrota en singular batalla.

El “dios” les enseña a construir unas naves para que los tiahuanacos pudieran desplazarse sobre la faz de la tierra.

Llenos de la sabiduría de los “dioses”, y ya con una civilización avanzada, este pueblo no tarda en caer en la vanidad y maldad. Viracocha, entonces, decide castigarlos produciendo una gran inundación desde el Lago Titicaca. Ciertos jefes e individuos son elegidos para sobrevivir a la catástrofe y enviados a ocultarse en cuevas cuyas entradas eran especiales, allí es donde adquieren conocimientos de las civilizaciones intraterrenas.

Al bajar las aguas, los elegidos vuelven a la tierra, los ancestros de aquellos que formarían el gran Imperio Inca en el futuro y darían origen a todas las demás culturas, entre ellas, los nazcas.

Las Líneas de Nazca serían entonces un lugar construido por las tres culturas: extraterrestre, terrestre e intraterrestre, un lugar de comunión que representa las distintas comunidades. Un sitio donde las tres culturas se encontraban…

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